¿QUIERE LEER LA HISTORIA COMPLETA?
Regístrese y obtenga 5 artículos gratis al mes y el boletín informativo.
Imagina lo siguiente: estás jugando al ajedrez con tu hijo, hija o con una persona menor de tu familia. ¿Cómo juegas? Lo natural es que compitas, que intentes ganar, pero que si al final pierdes tengas sentimientos encontrados, entre orgullo por ver cómo crece alguien a quien amas y ganas de revancha porque finalmente, perdiste. El debate consciente radica en eso, competir jugando un juego de excelencia basado en argumentos, pero al mismo tiempo sin odio ni querer demoler a la persona que tienes al frente. ¿Podrá nuestro nueva clase política estar a la altura de un debate como este?
Regístrese y obtenga 5 artículos gratis al mes y el boletín informativo.